Fue entonces que una sensación me arropó como una cobija cálida.
Supe...
que de alguna forma...
debía conservarme vivo.
De alguna manera.
Tenía que seguir respirando...
aún sabiendo que no había ninguna esperanza...
jueves, 4 de febrero de 2010
Náufrago.
Escrito por Alejandra Elizabeth Morales A las 10:35 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Comentarios:
Publicar un comentario