sábado, 31 de julio de 2010

Llegó la hora, pasaron los minutos, se extendieron los momentos, el tiempo se hizo eterno y las acciones infinitas en un suspiro. Nada pasaba, nadie llegaba. Expectante miraba a su alrededor, primero con ansias, luego con desesperación,
 finalmente con desesperanza. Él no llegó.

0 Comentarios: